"Je ne respecte rien au monde comme le bonheur (No respeto nada en el mundo como la felicidad)"
Stendhal
RESUMEN
La felicidad no se reduce al bienestar afectivo de un organismo adaptado a su medio. El hombre debe reflexionar para construir su vida según unos valores. No puede desatender ni su libertad, ni su responsabilidad ante el compromiso voluntario de su acción. Ser feliz supone que el hombre sea capaz de lograr un equilibrio que supere sus contradicciones y sus conflictos. Si el hombre quiere ser feliz, no debe olvidar que la felicidad es el resultado de una conquista primero sobre él mismo y luego sobre un mundo en el que debe tener en cuenta no solamente las fuerzas naturales, sino también a los demás hombres.
Palabras clave: Felicidad, soberano bien, civilización, deseo.
RÉSUMÉ
Le bonheur ne saurait se réduire au bien-être affectif d'un organisme adapté à son milieu. L'homme doit réfléchir pour construire sa vie selon certaines valeurs. Il ne peut négliger ni sa liberté, ni sa responsabilité devant l'engagement volontaire de son action. Être heureux suppose que l'homme soit capable d'atteindre un équilibre qui dépasse ses contradictions et ses conflits. Si l'homme veut être heureux, il ne doit pas oublier que le bonheur est le résultat d'une conquête, d'abord de soi-même, puis d'un monde oø il doit tenir compte non seulement des forces naturelles, mais aussi des autres hommes.
Mots-clés: Bonheur, souverain bien, civilisation, désir.
1. La noción de felicidad
"Beatos esse nos volumus?". La pregunta de si, "¿Todos queremos ser felices?", que San Agustín dirige a sus interlocutores en De la vida feliz (1), se la hace cada hombre, bajo una u otra forma, en el curso de su vida. Si intentamos entender lo que significa la felicidad, proponiendo una definición, nos enfrentamos con una cierta confusión, con una indeterminación difícil de disipar (2). El intento por esclarecer esta noción de felicidad, será del que nos ocuparemos ahora.
La idea de salvación es una nueva moda. Vivimos una época de gran desolación. La soledad se percibe en el seno de la considerable algarabía de ciencias y técnicas que no colman algunas de nuestras demandas: las de la felicidad, por un lado, es decir, la salvación terrenal; las del porvenir, por otra parte, esto es, la salvación del alma. ¿Existe una felicidad eterna? Y si la hay, ¿tendríamos derecho a ella? He aquí dos interrogantes a los cuales la idea de salvación responde. La idea de salvación nace al principio de la Edad Media: se trata de reencontrar el jardín de Edén, el mundo antes del pecado original del cual habla la Biblia, la conversación a solas con Dios, que procura la felicidad eterna. San Agustín ha teorizado mucho acerca de la noción de salvación y sus palabras son de una sorprendente actualidad. Por mucho tiempo Agustín transitó lejos de Dios, principalmente en la secta de los Maniqueos, para quienes existía el bien por un lado y el mal por el otro. La pregunta que se plantea es la...