Introducción y aspectos generales
Los aneurismas cerebrales son malformaciones vasculares que se encuentran presentes en cifras nada despreciables en el hombre. Se considera que una persona de cada 20 tiene al menos un aneurisma cerebral. También está demostrado que en el 25% de los casos son múltiples (68).
En grandes series y en estudios realizados por los autores, está comprobado que se produce un sangrado por rotura de aneurisma en uno de cada 10.000 habitantes. Esta enfermedad es conocida como Hemorragia Subaracnoidea o Hemorragia Meníngea. Del punto de vista anatómico se caracteriza por la presencia de sangre en el espacio subaracnoídeo. Si bien la causa más relevante de la hemorragia subaracnoidea es la rotura de aneurismas cerebrales, hay otras causas que la pueden provocar como traumatismos de cráneo (porcentualmente la causa más frecuente), disecciones arteriales, sangrados de tumores, discrasias sanguíneas, drogas etc. De todas maneras a partir de ahora se usará el término de Hemorragia Subaracnoidea como aquella causada por rotura de aneurismas (56,68).
La Hemorragia Subaracnoidea (HSA) es una enfermedad "devastadora". Tiene una mortalidad muy elevada, ya sea en el momento del sangrado o por complicaciones posteriores a este. Del total que mueren: un 30% mueren antes de llegar al Hospital, un 35% como consecuencia de los tratamientos que se realizan y 35% como consecuencia de complicaciones propias de la Hemorragia Subaracnoidea como son el resangrado y el vasoespasmo. Además entre los que sobreviven al sangrado, la posibilidad de quedar con alguna secuela neurológica, ya sea focal o neurosicológica, está cercana al 50%. Por lo tanto hay que tener presente que tan solo el 25% de quienes sufren un sangrado por un aneurisma quedan bien y pueden retomar su vida previa. A éstas cifras tan desastrosas hay que agregarle que la mayor incidencia de sangrados se producen entre la cuarta y la sexta década de vida, o sea en adultos jóvenes, en plena edad productiva, muchos de ellos jefes de familia, por lo que el costo socio económico es muy elevado. Por los datos expuestos es claro que se deben extremar los esfuerzos para: prevenir los sangrados o en caso de que ellos ocurran, poder tratarlos de la mejor forma posible, para abatir en lo posible los porcentajes tan elevados de morbi-mortalidad (69).
Un elemento fundamental a tener en cuenta es que el médico general "conozca" esta enfermedad: la Hemorragia Subaracnoidea, y su gravedad. Lo importante que es el diagnóstico correcto y precoz, para poder tratar los daños que produjo el sangrado, minimizar el riesgo de complicaciones y eliminar la causa del sangrado. Lamentablemente, y quizás sea por su baja incidencia, pero también en parte por falta de conocimiento, no se piensa habitualmente en una HSA ante un paciente que consulta por una cefalea de inicio brusco, de gran intensidad, etc. Este problema que conocemos como: "Errores diagnósticos en la HSA", es una entidad que llega casi al 40% de los pacientes que consultan por cuadros típicos. El error diagnóstico se da en un amplio espectro de colegas, desde...