Destinos para disfrutar en verano.

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From: Contenido(Issue 602)
Publisher: Editorial Contenido, S.A. de C.V.
Document Type: Article
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Descanse en majestuosas haciendas y fincas cafetaleras. Siga los pasos de los misioneros en Baja California y del fraile Tata Vasco en tierras michoacanas.

[ILUSTRACIÓN OMITIR]

I: La ruta del pulque

La elaboración del pulque en Tlaxcala favoreció el desarrollo de conjuntos arquitectónicos imponentes, a finales del siglo XIX, que al paso del tiempo hall dejado sus indelebles marcas. Algunos de ellos aún conservan sus cascos y capillas en las que se respiran historia y leyendas. La nostalgia se pasea por los espacios vatios y tristes que dejó la decadencia del mercado pulquero.

El peculiar sabor del pulque --antes fue bebido en rituales y dado en ofrenda a los dioses--, hoy renace en las ex haciendas y acompaña la deliciosa sazón de la cocina.

En medio de antiguos caminos marcados por terratenientes sobreviven los edificios, ahora convertidos en hoteles para el descanso, y los lugareños enseñan a los viajeros cómo se prepara la espirituosa bebida, tan emblemática para los mexicanos.

En tiempos prehispánicos, el pulque fue la bebida consagrada a una diosa de 400 pechos, Mayahuel, deidad de la fertilidad. Millones de magueyes, cuyas mieles eran ingeridas por ricos y pobres, llenaban los territorios tlaxcaltecas y forjaron enormes fortunas en la época porfiriana, entre ellas la de Ignacio Torres Adalid, "El rey del pulque".

Del maguey se aprovechan sus fibras para tejer y las espinas para coser. De las pencas y raíces se extraen los ricos chinicuiles y los sabrosos gusanos de maguey. En las pencas se hornean mixiotes y, de su dulce savia, se extrae la bebida que en la época prehispánica disfrutaron los tlatoanis, sacerdotes, guerreros, ancianos y mujeres que amamantaban y que hoy se combina con infinidad de frutas y verduras para preparar los famosos "curados".

EL ELIXIR SE NIEGA A MORIR

El recorrido comienza en la ex hacienda de San Bartolomé del Monte, una de las principales fincas pulqueras de principios del siglo XX, situada en Calpulalpan, a 75 kilómetros de la ciudad de Tlaxcala. Actualmente cuenta con instalaciones para el descanso y el recreo. Hay que continuar por la carretera hacia Apizaco para llegar a Nanacamilpa, a media hora de Calpulalpan.

El camino transcurre entre milpas, campos de cebada y magueyes hasta llegar a Santa Teresa de Ixtafiayuca, construcción del siglo XIX. En 1860, contaba con 3,500 hectáreas dedicadas al cultivo del maguey, trigo, maíz y cebada. De la cosecha del primero, se obtenían 250 barriles diarios de 250 litros, que se transportaban por medio del ferrocarril interoceánico que todavía se puede apreciar en su fachada.

En 2009, la Sociedad Defensora del Tesoro Artístico de México, reconoció la labor de rescate y de conservación de esta construcción, cuyo casco cuenta con 24 habitaciones construidas en 2 pisos. La planta baja y el salón de usos múltiples están alrededor de un patio central, que constituye el corazón de la hacienda. Además cuenta con áreas verdes, frontón y capilla de corte gótico. Ofrece a los visitantes...

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