Para el agricultor Rodolfo del Razo --hidalguense de 76 años de edad, avecindado en Tlaxcala desde veinteañero, padre de 7 hijos-- la hora de la verdad llegó en 1994, cuando la poca demanda del pulque que fabricaba desde hacía décadas lo convenció de abandonar el negocio. No pudo. Decididos a mantener la empresita familiar, los hijos lo persuadieron de embarcarse en un proyecto que 20 años atrás ya había fracasado estrepitosamente: vender pulque enlatado.
Conmovido por el entusiasmo de su prole, don Rodolfo cedió, para su fortuna: hoy dirige Productos Naturales de Agave, única empresa del país que produce y exporta mensualmente 50,000 latas de pulque --según registros del Banco Nacional de Comercio Exterior--, consumidas en Estados Unidos y Alemania.
El primer paso de don Rodolfo y su familia consistió en abrir un rústico laboratorio al lado de su casona en Nanacamilpa --al poniente del estado-- para encontrar la forma de limitar la fermentación de la bebida (indispensable para que no exploten las latas) y quitarle la consistencia viscosa. Les tomó 3 años y medio de trabajo, pero al cabo dieron con una receta que guardan bajo 7 llaves: --Aceptaría compartirla con alguna universidad, a condición de que investigaran otros usos para el agave --asevera el anciano.
En 1998 la familia Del Razo...