"Si existe el infierno, es de hielo": Nando Parrado, uno de los supervivientes de la tragedia de los Andes, habla para Época, cuarenta años después del accidente, de sus recuerdos de aquel octubre de 1972.

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Date: Oct. 7, 2012
From: Epoca(Issue 1419)
Publisher: Difusora de Informacion Periodica, S.A. (DINPESA)
Document Type: Article
Length: 2,883 words

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El 13 de octubre de 1972 el avión 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya se estrelló en la cordillera andina Lo fletaban amigos y miembros de un equipo de rugby formado por jóvenes de 20 a 24 años hijos de buenas familias y vecinos del barrio más lujoso de Montevideo. A los 10 días, los equipos de rescate de Uruguay, Chile y Argentina, después de 66 expediciones y sin la menor esperanza, les dieron por muertos y abandonaron toda búsqueda Era imposible sobrevivir en los Andes sin comida y a temperaturas extremas. De los 45 que subieron a aquel avión sólo 16 llegarían con vida.

Setenta y un días después, el padre de uno de ellos iba en un taxi, desolado por la muerte de su hijo, cuando escuchó que dos jóvenes uruguayos habían aparecido en los Andes famélicos y desnutridos. Provenían del avión estrellado. Eran Fernando Parrado y Roberto Canessa, su hijo. Era 21 de diciembre. Ese mismo día Carlitos Paez descansaba en los restos del avión cuando sintió una punzada en el estómago y tuvo la certeza de que sus amigos habían conseguido ayuda A Daniel Fernández le pasó lo mismo. Coche Inciarte había decidido que si el 24 de diciembre no habían salido de allí, se dejaría morir. Boby Françoise llevaba días sin hablar con nadie y Roy Harley, sin salir del avión, dada su debilidad Gustavo Zerbino, que había recogido los objetos de cada fallecido para entregárselos a sus madres, había preparado su propio montón.

NOTICIA MUNDIAL

A las 24 horas, los periódicos del mundo sacaban la foto de dos jóvenes sucios, barbudos, flaquérrimos y quemados por el sol Eran Nando Parrado y Roberto Canessa En las televisiones aparecían sus agotadas voces diciendo que llevaban 10 días caminando y que tenían 14 amigos esperando en los restos del avión Un periodista les hizo la pregunta clave: "¿Cómo se han alimentado?'. Una nube bonó la euforia Empezaron a balbucear. Parrado dijo: "A eso preferimos no contestar". Canessa divagaba "Bueno ... sobre ese tema ... nuestros compañeros nos servían los alimentos para que estuviéramos fuertes los que hacíamos las excursiones ... y fue realmente ... Los demás comían poquísimo. No había casi comida".

Durante dos meses y medio habían imaginado que si escapaban, llamarían a su casa, tomarían un avión, regresarían a Montevideo y contarían la verdad a sus familias. Jamás imaginaron que el mundo entero les iba a pedir explicaciones.

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De las 45 personas que viajaban en el Fairchild FH-227D, 13 murieron en el accidente, cuatro al día siguiente y al octavo día, la hermana de Nando. Él había sobrevivido milagrosamente a un estado comatoso gracias a las bajísimas temperaturas que redujeron un gran hematoma que tenía en el cerebro. Los dos estudiantes de Medicina, Canessa y Zerbino, se convirtieron, sin quererlo, en los médicos del grupo.

"Tal vez fue la juventud tal vez la inconsciencia o el mareo...

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Gale Document Number: GALE|A306357389